A poco de asumir su presidencia, Alberto Fernández recibió una carta de diferentes entidades vinculadas a la agroindustria en la que, entre otras cosas, se solicita mantener el rango de Ministerio de Agroindustria.
Estas entidades asumieron el compromiso y se pusieron a disposición para colaborar con el desarrollo de políticas agroalimentarias a favor de la producción y el comercio. También mostraron interés en colaborar en el Plan Nacional de lucha contra el hambre.
Sobre la práctica de políticas activas de agregado de valor en la producción de alimentos y bioenergías en nuestro país, solicitaron que la cartera nacional mantenga el rango ministerial con el objetivo de fortalecer la exportación ya que esta medida permitiía negociaciones técnicas directas con pares internacionales que tienen ese mismo nivel.
Sobre este punto, el Ministerio debería ser, en palabras de estas entidades, de Agroindustrias y poder así abordar políticas nacionales con visión de cadenas agroindustriales y bioenergéticas donde todos los eslabones tengan su espacio de articulación con el Estado, haciendo énfasis en las cadenas agroalimentarias de las economías regionales.
