El cobre se utiliza en casi todas las aplicaciones de conducción de energía eléctrica: alambres, cables, motores, generadores, transformadores y equipos de protección, entre otros.
El cobre es un excelente transportador de energía eléctrica por lo que ayuda a reducir el consumo de energía mejorando el rendimiento de equipamientos y reduciendo emisiones de CO2 al medio ambiente.
El metal con mayor conductividad es el cobre. Sus propiedades hacen que las instalaciones sean más seguras, eficientes y duraderas.
Las principales fuentes de energía que requieren cobre son: eólica, fotovoltáica, hidráulica y biomasa. El cobre es fundamental para que los sistemas de energía renovable generen y transmitan la electricidad con la máxima eficiencia y mínimo impacto.

Fuente: https://goo.gl/R1QSKt